El blanco es el color de la luz y representa la tranquilidad, el orden y la limpieza. También crea una sensación de mayor amplitud.
¿Cómo combinar el blanco?
El blanco se suele utilizar como color de fondo y se puede acompañar con diversos objetos y detalles de otros colores.
El blanco puro
El blanco puro sobre blanco, o sea el blanco como color único, como es en la tendencia de la decoración minimalista, puede llegar a ser un ambiente saturado y monótono. En este tipo de ambientes debe evitarse utilizar los blancos rotos, pues estos parecerían estar sucios.
El blanco roto
El blanco roto es el blanco puro que tiene unas gotas de otro color como el marrón o el rojo. El blanco roto es la tendencia en la decoración actual para la pintura de paredes.
El blanco con colores
El blanco es el color más fácil de combinar, con los muebles, con detalles de color, con objetos de decoración y telas de distintas texturas, colores y estampados.
Para ambientes elegantes y románticos podemos combinar el blanco con colores claros y neutros como son el beige, marfil, cremas, arenas, grises, azules claros, etc.
Para ambientes frescos y alegres, la combinación del blanco con el azul o verde incrementa su intensidad y luminosidad.
Para ambientes con personalidad se combina el blanco con detalles, (pero solo en pequeñas cantidades) de colores cálidos y fuertes como el rojo, naranja, fucsia, etc.
El blanco y negro
El equilibrio entre la luz que aporta el blanco y la oscuridad que genera el negro, se ha convertido en el recurso protagonista de muchos proyectos de interiorismo, combinación caracterizada por transmitir frescura y glamour a partes iguales. Son una perfecta combinación de colores para cualquier estilo decorativo, ya sea clásico, urbano, moderno, minimalista, vanguardista e incluso barrocos, pero dándoles una pincelada modernista.
¿Cuál de estos ambientes os gusta más? ¿Os gusta el blanco combinado con otro color, o como color único?