Si sigues este blog, sabrás que siempre hablo de todo lo relacionado con la decoración, pero en esta entrada me apetece contarte algo personal, una experiencia gastronómica, una experiencia Suculent.

Te cuento, este fin de semana he estado junto con parte de mi familia en Barcelona, allí tengo a mi hijo David trabajando de cocinero. Tenía muchas ganas de verle, hacia bastante tiempo que no lo abrazaba y besaba, así que tocaba hacerle una visita.

Está trabajando en el Suculent, es un restaurante situado en la Rambla del Raval con aspecto de taberna, decorada con un bonito estilo vintage, es muy acogedor, pequeño, pero con una gran cocina, es toda una experiencia el degustar los originales platos del Chef Antonio Romero.

Son pequeñas porciones de una cuidada mezcla de sabores, que cuando entran en la boca es una alegría para el paladar, la verdad es que es una experiencia para los cinco sentidos. Aquí tienes una pequeña parte de todo lo que cenamos el sábado.

Todo el equipo que trabaja en el restaurante es gente joven, como una gran familia, trabajan duro, muchas horas, pero con ilusión y pasión, son felices, que en definitiva es lo importe en esta vida. ¡Ser feliz!

Yo también estoy feliz de saber que David, se siente bien con sus compañeros y su trabajo. Desde aquí le doy un ¡gran beso!

Para mí ha sido una gran experiencia comer en el Suculent, si quieres saber algo más de ellos, aquí tienes el enlace Restaurante Suculent.

¡¡Muchos besos!!

Gloria.

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