¡Me encanta que me sorprendan! ¡Me gustan las nuevas experiencias! Todo esto lo consigo cuando viajamos Madrid a uno de los restaurante más vanguardista de la capital, en La Candela Restó donde trabaja mi hijo David, y disfrutamos de una cocina de fusión y moderna que sorprende a todos los visitantes.

Si sigues este blog sabrás que es de decoración, pero hoy va de otra cosa… Te conté en la entrada «En feria Intergift de Madrid» que habíamos estado este fin de semana pasado mi marido y yo en Madrid viendo cosas bonitas, así que aprovechamos y fuimos a cenar a La Candela Restó, por cierto lo tenían todo lleno, pero nos hicieron un hueco. Para mí es toda una experiencia el disfrutar de las pequeñas obras de arte que me presentan, y nada es lo que parece como este plato que es un fideo de ajo negro con mejillón, yema de pollita con espuma de carbonara. ¡Espectacular!

Me sorprende la variedad de utensilios que utilizan para presentar los manjares como son la pizarra, piedra, rama de árbol, nido de paja, vaso,… fíjate que originales son todos. Éste es como una pintura dibujada en un lienzo, pero que se come, es un delicioso chipirón relleno de chorizo, okra, ajo y cebolla, esfera de curry negro y las patitas son leche de coco, combinaciones difíciles de imaginar pero están de escándalo.

Todos los platos son pequeñas porciones de placer para la vista y para el paladar, por sus colores, texturas, sabores, sensaciones,…

Todos los platos de esta entrada son los que me comí, a cuál más bueno, y llegamos a los postres, este es mouse de manitas de cerdo, gel de estragón, galleta de boletus, helado de chirimoya  y cremoso de shitakes. ¡Simplemente excelente!

No podía dejar de hablar de la cuidada atención de todos los camareros, cocineros, somelier,…  son todos ¡súper maravillosos!, te explican los platos como están elaborados y como se deben de comer.

La decoración del restaurante es sencilla con toques vintage que tanto se lleva ahora, esta en la calle Amnistía, 10 en pleno centro de Madrid muy cerquita del Palacio Real.

Creo que hay que disfrutar de los pequeños placeres de la vida, y si te gusta experimentar nuevas sensaciones en tu paladar, no dejes de visitar el restaurante La Candela Restó.

¿Has ido a La Candela Resto?

¡¡¡Muchos besos!!!

Gloria.

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